La agencia calificadora S&P Global Ratings ratificó la calificación crediticia de Colombia en BB+, manteniendo la perspectiva negativa que había sido asignada previamente. Esta decisión refleja tanto la estabilidad económica del país como los desafíos estructurales que enfrenta en el corto y mediano plazo.
Aunque la calificación actual ubica a Colombia fuera del grado de inversión, S&P destacó que las políticas macroeconómicas han demostrado resiliencia frente a las incertidumbres globales y las tensiones internas. Sin embargo, la perspectiva negativa señala que existen riesgos significativos que podrían llevar a un ajuste en la calificación en caso de que las condiciones económicas o fiscales se deterioren.
Factores que influyen en la perspectiva negativa
La calificadora señaló que uno de los principales riesgos para Colombia es el alto nivel de deuda pública en relación con el PIB, que actualmente supera el 60%. Además, el crecimiento económico proyectado para 2025 podría ser más lento debido a factores como la inflación persistente y los efectos de la política monetaria restrictiva adoptada en los últimos años.
A esto se suma la incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para implementar reformas estructurales que equilibren las finanzas públicas y estimulen el crecimiento, especialmente en un contexto político con divisiones significativas.
El futuro de la calificación crediticia
A pesar de los retos, S&P valoró positivamente la capacidad de las instituciones colombianas para mantener políticas macroeconómicas responsables y un sistema financiero estable. Asimismo, destacó los esfuerzos por diversificar la economía y fomentar la inversión extranjera directa, aunque advirtió que los resultados de estas iniciativas podrían tomar tiempo en materializarse.
S&P Global Ratings indicó que una revisión al alza en la perspectiva dependerá de que Colombia logre avances significativos en la reducción de su deuda pública y en la consolidación de reformas que fortalezcan el crecimiento económico sostenible. Por otro lado, una degradación podría ocurrir si los desequilibrios fiscales aumentan o si se observan señales de debilitamiento en el entorno político y económico.
Esta ratificación sirve como recordatorio de que, aunque Colombia tiene fortalezas económicas, debe enfrentarse a desafíos importantes para recuperar el grado de inversión y fortalecer su posición en los mercados internacionales.